Antes que investigadora, especialista y maestra, Patricia Pérez Walters es una apasionadora del arte. Su carrera y posgrados en Historia del Arte, además de sus viajes y experiencias vivenciales, le han dado una sólida formación, además de ricas perspectivas. Sin embargo, más que una actividad profesional, el arte ha sido su elección de vida. Ya desde los 6 años sentía una desbocada emoción por las memorias de viaje de su abuela, incluso, llegó a pedirle que, al regreso de una travesía, le trajera un frasco con el aire de Roma. Esto se convertiría en la metáfora que designó su vocación: la fantasía se puede contener en un receptáculo para darle forma y compartirlo con los demás.
A diferencia de otras personas, Patricia relacionó su pasión por la historia con el arte, pues únicamente a partir de la emoción se puede capturar el instante. Es así como ella se convierte en esa vasija grabada con todos los imaginados y también desconocidos paisajes de la historia del arte. Vasija de la que emanan palabras que expresan fielmente las emociones que el arte le produce, contagiándolas a todo aquel que se acerca a sus clases.
Para ella, la palabra y el ojo están completamente fundidos, ya que al nombrar las cosas, se ordena el caos. Pero lenguaje e historia son nada sin emoción: Patricia genera una ensoñación histórica que nos permite conectarnos emotivamente con el pasado. Amor que nos conduce no sólo a apasionarnos por la vida a través del arte, sino a formar PARTE de esa experiencia.
“No es de mi interés la erudición, sino la comprensión apasionada del arte y su historia”. Patricia Pérez Walters
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